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Financiando Startups de Base Científica con Eric Rosenblum

En Veronorte continuamos con nuestra iniciativa de conectar el ecosistema tecnológico con nuestra sociedad. En esta segunda edición de Webinars Veronorte, conversamos con Eric Rosenblum Partner de Foothill Ventures. En esta conversación, Eric nos ofreció una mirada profunda sobre cómo transformar descubrimientos científicos en empresas escalables.

Nuestra conversación completa está disponible también en Youtube aquí.

El recorrido de Eric Rosenblum y el origen de Foothill Ventures

La trayectoria de Eric es poco convencional. Inició su carrera como consultor en China, pero rápidamente migró al sector tecnológico, donde ocupó posiciones de estrategia y producto en compañías como Google, Drawbridge y Palantir. Uno de los puntos de inflexión más determinantes de su carrera fue su experiencia en un fondo de inversión ángel conformado por ingenieros y emprendedores de la Universidad de Tsinghua. A pesar de las barreras del idioma y de su falta de redes en Silicon Valley, estos fundadores demostraron una capacidad técnica excepcional logrando identificar e invertir en compañías posteriormente muy exitosas como Zoom. Gracias a esa experiencia, Eric identificó una fortaleza clave: los fundadores profundamente técnicos, muchos de ellos inmigrantes con formación doctoral, podían construir empresas extraordinarias cuando encontraban el apoyo adecuado.

Ese patrón, sumado a la aceleración de tecnologías como la inteligencia artificial y la electrificación, llevó al nacimiento de Foothill Ventures.

Fundadores técnicos y ventajas competitivas

El criterio de inversión de Foothill es claro: buscan fundadores con formación científica avanzada, frecuentemente con doctorados, y con una propuesta tecnológica que represente una fuerte ventaja competitiva. Más allá del storytelling o la experiencia previa, lo que realmente importa es la solidez de la ciencia y la capacidad del equipo técnico para construir por fuera de los límites actuales de la industria.

Algunos casos de éxito ilustran bien esta visión. Uno de ellos es d-matrix, una compañía logró soluciones diferenciales en eficiencia computacional para inteligencia artificial, con resultados comerciales sólidos.

Dos verticales que transformarán industrias

Eric compartió las áreas que más entusiasmo generan dentro del equipo de Foothill. Por un lado, la inteligencia artificial sigue siendo una fuente inagotable de oportunidades. Más allá de los modelos y algoritmos, hay un interés creciente por la automatización, la robótica aplicada a manufactura y logística, y los sectores donde el lenguaje estructurado permite una disrupción radical, como la programación o el derecho. Al mismo tiempo, el rediseño de la infraestructura que soporta estos avances, especialmente los centros de datos, plantea grandes desafíos.

Por otro lado, el proceso de electrificación global, impulsado por el auge de los vehículos eléctricos, abre espacio para innovar en baterías, transformadores, infraestructura de carga y software de gestión energética. En ambos frentes, las startups que combinan descubrimientos científicos con ejecución ágil tienen la capacidad de transformar sectores por completo.

De la ciencia al emprendimiento: el verdadero desafío

Para Foothill las startups lideradas por científicos tienen riesgos particulares importantes. Para ellos, el problema rara vez es la tecnología, sino el liderazgo. En unos casos han fracasado debido a la resistencia del fundador para compartir decisiones estratégicas o incorporar perfiles complementarios. El salto del laboratorio al mercado exige una transformación personal. Los científicos deben pasar de ser el "rey del laboratorio", como lo describe Eric, a convertirse en un líder que sabe rodearse de talento, ceder el control cuando es necesario y moverse con rapidez.

La transición desde la academia no es sencilla. Las habilidades que se premian en ese entorno como la precisión, la cautela, el análisis profundo no siempre se traducen en el tipo de empuje, agresividad y urgencia que requiere una startup en etapa temprana. Por eso, el éxito no depende sólo de la ciencia, sino también de la capacidad del fundador para evolucionar como emprendedor.

El papel estratégico de las universidades

La conversación también dejó claro que las universidades tienen un rol decisivo en el éxito del ecosistema deeptech. Para Foothill, las instituciones académicas deben ser centros de gravedad que atraen talento, recursos y colaboraciones con la industria. Para que una estrategia sea exitosa debe haber una vigilancia constante de laboratorios, un análisis técnico de los perfiles y conexión con otros fondos en fases semilla y pre-semilla que puedan aportar fuentes de capital para estos nuevos emprendimientos.

Para los investigadores que quieren emprender Eric compartió recomendaciones directas para convertir su investigación en una empresa. La primera es desarrollar una mentalidad de vendedor. El rasgo más importante de un fundador no es ser un gerente perfecto, sino tener la capacidad de contar su historia, inspirar a otros y convencer tanto a inversionistas como a futuros empleados. Si no disfruta de compartir su visión, difícilmente podrá construir una empresa.

También destacó la importancia de validar el mercado desde el inicio. Hacer entrevistas con potenciales usuarios, idealmente más de cien, permite no sólo afinar la solución, sino también poner a prueba la motivación real del fundador. Si el proceso de escuchar, pivotear y adaptar la propuesta resulta agotador, probablemente emprender no sea el camino adecuado.

Finalmente, Eric subrayó la necesidad de elegir el momento adecuado para hablar con inversionistas. Acercarse demasiado pronto, sin una ruta clara de comercialización, puede cerrar puertas. Lo ideal es entablar conversaciones cuando el equipo sienta que, con los recursos adecuados, puede llevar el producto al mercado en los próximos años. Incluso si el inversionista cree que aún es temprano, el feedback será valioso.

Una mirada a América Latina: capacidades técnicas, barreras estructurales

Aunque Foothill aún no ha invertido en América Latina, Eric ofreció observaciones relevantes para la región. Señaló que, en economías con grandes sectores industriales como el cemento o el acero, pueden surgir oportunidades profundas para el deeptech, incluso mayores que en economías basadas en servicios. Sin embargo, también reconoció que nuestro ecosistema enfrenta barreras importantes como la escasez de capital temprano, la débil conexión entre industria y la academia, y una mentalidad más adversa al riesgo.

Conclusión: ciencia, ejecución y ecosistema alineados

La historia de Foothill Ventures demuestra que el éxito en deeptech no depende únicamente del descubrimiento de científicos con ideas brillantes. Es la combinación de ciencia relevante, fundadores con visión, inversionistas que entienden el lenguaje técnico y un ecosistema dispuesto a asumir riesgos lo que permite construir soluciones capaces de transformar industrias.

Para los investigadores, el mensaje es claro: salir del laboratorio, validar la necesidad del mercado, y desarrollar la capacidad de comunicar su visión con claridad. Para las universidades y los fondos, la clave está en identificar ese talento escaso que muchas veces se esconde detrás de una presentación imperfecta y construir puentes que conecten la ciencia con el mundo real.

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